Bueno, al ver la tristeza de mi padre es fácil entender lo grande que era Diomedes, anoche mientras casualmente departíamos, recibió la noticia por medio de varias llamadas telefónicas y la televisión, eran lagrimas de un dolor profundo, se le fue un amigo. Diomedes, compañero sonoro imprescindible de parrandas, filosofo de la vida, Tu lienzo tuvo muchos matices, digno de alguien grande, de alguien que le temía a la muerte, como lo dijo en sus propias palabras "ni de viejo me quiero morir". Colombia llora tu partida, tus canciones que con el alma interpretabas, provocaban sentimientos viscerales para reír, llorar, gozar y ver la vida de una forma distinta. Quien no se gastó hasta lo que no tenía al escuchar a Diomedes decir en alguna de sus parrandas " lo que pasa es que hay unas que creen que el mundo es de ellas y los demás vivimos alquilados" o cuando pregonaba la llegada de una vaca que nunca llegó.
Eres leyenda Diomedes, eres lucero espiritual, has dejado una huella en este país que necesita mas personas alegres y carismáticas como tu. Nos regalaste esa ventana marroncita, esa pentafonía musical, que solamente tú pudiste logras. Con tu música muchos nos enamoramos, nos despechamos y siempre terminamos en los recuerdos de ella, gracias, muchas gracias.
Si, Diomedes, le temías a la muerte y dios, si existe, te dio una de las mejores formas de morir, dormido porque "si la vida fuera estable todo el tiempo, yo no bebería ni malgastaría la plata, pero me doy cuenta que la vida es un sueño y antes de morir es mejor aprovecharla".
Gracias Diomedes por tus ocurrencias, por tus canciones, por haber vivido haciendo lo que mejor supiste hacer "cantando, cantando, cantando versos bonitos".
Diomedes eres poesía hecha hombre, hecha vallenato.
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