50.000 razones para no apoyar a Milena Flores (esposa de Musa Besaile ex congresista condenado)
Columna de #opinión
Por Juan David Rivero Raillo
Algunos medios locales de Córdoba están de fiesta. Celebran –con un entusiasmo casi orgásmico – el supuesto “renacer” político del musismo, esta vez reencarnado en la figura de Milena Flores. Lo presentan como si fuera un ave fénix, cuando en realidad es la sombra de un condenado que susurra desde la prisión como Wilson Manyoma. Y aquí no hay que hablar de presuntos: su esposo, Musa Besaile, fue condenado. Cartel de la hemofilia. Cartel de la toga. Delitos comprobados, no opinables. No estamos hablando de una “mansa paloma” como la que Roy Barreras luce en sus trajes. Esa paloma representa la paz; el musismo representa otra cosa: el desangre del Estado y la salud de miles de cordobeses.
Por eso esta columna tiene un destinatario claro: usted, señor Roy Barreras. Está bien que mire la política con pragmatismo, con esa línea maquiavélica que tanto le gusta citar entre anécdotas, aforismos y su autoproclamado talento como “palabrero”. Está bien… pero hasta cierto punto. Porque detrás del político hay un hombre que no nació en cuna de oro. Usted fue panadero, taxista, hijo de una madre desplazada y cabeza de hogar. Usted sabe, mejor que muchos, lo que significa que el Estado falle. ¿Y aun así le abre la puerta, con sello oficial, a la esposa de uno de los hombres que más daño le ha hecho a Córdoba?
Usted dice que La Fuerza de la Paz representa campesinos, afros, mujeres, comunidad LGBTIQ+… pero también, al parecer, hay espacio para el regreso de un clan condenado. Un clan que desangró hospitales, regalías y oportunidades. Un clan que convirtió la política de Córdoba en un feudo. Si de pragmatismo se trata, ¿por qué no invitar entonces a Saray Robayo y completar el álbum? Total, ya vamos tan abajo por la pendiente ética que un nombre más no haría diferencia.
Pero esta reflexión no es solo para Roy. Es, sobre todo, para el pueblo de Córdoba. Para la juventud que tal vez no conoce esta historia. Para quienes solo ven titulares maquillados y nunca verán un medio local criticar a los Besaile. ¿Vamos a permitir que el departamento repita la historia? ¿Vamos a entregar otra curul a una figura que representa el eco de un poder feudal, corrupto y carcelario? ¿Ese es el liderazgo que merece Córdoba? ¿El liderazgo del silencio, el del mudo Besaile, cuya voz nadie conoció en el Congreso?
El musismo quiere volver, pero no con votos propios: con la ingenuidad del electorado y con el aval de un proyecto político que, supuestamente, representa renovación. Y aquí viene la pregunta que Roy debe hacerse sin citar a ningún filósofo:
¿Qué tan bajo se puede caer en nombre de la unidad?
Yo, desde mi pequeñez política, puedo decir algo que usted ya no puede recitar sin rubor: el poema de Darcy Ribeiro. Porque yo sí puedo afirmar que jamás me pondré del lado de quienes vencen a punta de plata, poder y corrupción. Esa es mi victoria.
Y esta columna se la dejo ahí, señor Roy.
Para que reflexione… si todavía queda espacio para hacerlo
#MusaBesaile #cordobacolombia

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